Ya hemos visto anteriormente que es muy recomendable que la empresa tenga su propuesta de valor clara, porque así será más fácil identificar con qué mensajes y en qué canales dirigirse a sus potenciales clientes.
Además, según el tipo de valor añadido de la empresa, varían las necesidades y cuestiones a tener en cuenta a la hora de trasladarse al entorno online.
No es igual un proyecto donde el factor humano es clave para el cierre de la venta que otro donde el proceso de venta es casi self-service para el cliente. Y estas cuestiones tienen repercusiones en cómo montamos nuestra estrategia digital. Estos son algunos de los casos que nos podemos encontrar:
Una vez tengamos claro cómo orientar nuestra estrategia (aportando puntos de valor o confianza para los potenciales clientes) Debemos plantearnos otras cuestiones:
Descubre las respuestas en nuestra guía descargable.
